miércoles, 15 de junio de 2016

La envidia de Dan Brown

En eso nos hemos convertido creo. Pienso en el afamado novelista y lo veo mirando los canales de noticia, sentado en un sillón en el medio de Gonzalez Catán o de cualquier otra localidad del profundo conurbano, con un vaso de fernet en una mano, unos trozos de queso Mar del Plata en la otra, y el gesto adusto, boquiabierto, incrédulo, tal vez desesperado por empezar a escribir un nuevo libro o insultando al aire porque "le afanaron la idea". Que triste.

Si, es triste, es sumamente doloroso que la Argentina, fuera de los constantes actos de corrupción y choreos a los que nos hemos acostumbrado, presente el escenario que hoy tiene, donde un funcionario de alto rango de un gobierno es encontrado in fraganti moviendo desesperado bolsas con millones de dólares y otras monedas. Y hablo del "escenario", porque el afano que se mandaron estos tipos es casi pornográfico, en las narices de todos nosotros, y lo peor de todo ello es que mucha gente lo avaló, lo protegió, inclusive al punto de pelearse a muerte con familiares y gente cercana. ¿Qué pensará esa gente hoy? ¿Saben que?, más triste aún que lo que vengo relatando es que mucha de esa gente seguirá defendiendo lo que hicieron, relativizaran las imágenes que hoy vemos y las desvirtuarán.
Seguramente dirán que el gobierno no tuvo nada que ver, que la presidente no sabía nada de lo que hacían muchachitos como José López o Lázaro Báez, y hasta argumentarán que "peor es Macri, el cual también es corrupto". ¡AJA!, exacto, el término "también" es la clave de todo. SON ABSOLUTAMENTE TODOS CORRUPTOS Y UNA MANGA DE HIJOS DE PUTA.

Se que suelo escribir con decoro y sin términos agresivos, pero estas líneas me surgieron del alma. Me siento profundamente apenado por lo que estamos viendo y por haber sido parte de una pelea sin sentido entre los que siempre dijimos que eran unos ladrones y los que los defendían como si fuesen monjas de clausura, curiosa paradoja.

Francamente cuesta que me salgan las palabras, porque mi intención lejos está de ser revanchista, no me interesa decir "¿Vieron que tenía razón?", no maestro, no es la idea, porque el "Tenía razón" implica que nos re contra culearon fuerte a todos, y es el pueblo el que sufre esto, no interesa de quien seas partidario político. Yo personalmente hace rato que sostengo que no hay un sólo político que no sea corrupto, y eso es porque siempre sostuve que el argentino tiene en sus genes la corrupción (Ver INCONCIENTE COLECTIVO ARGENTO), por lo cual no es que no crea en la política, sino que sencillamente no creo en las personas que forman parte de ella en este país.

Mientras nosotros nos revolcamos en el asombro, la indignación, y nos seguimos trenzando en peleas que agrandan la grieta, el verdadero Dan Brown probablemente esté en USA, Inglaterra, o cualquier otro lugar del mundo, gozando de un buen whisky y planeando su próxima ficción, que posiblemente no sea más sorprendente que nuestra realidad.