lunes, 9 de mayo de 2011

Reparto de ganancias

Tal vez sea uno de los temas del año. Después de mucho tiempo de haber sido incorporado este principio (mejor dicho DERECHO) a la Constitución Nacional en su artículo 14 bis (...participación en las ganancias de las empresas...), comenzó una campaña para lograr su reglamentación legislativa y por ende su efectiva aplicación a la vida cotidiana de los argentinos. Esta cuestión, como todas las políticas, jurídicas, sociales y económicas, tiene muchas aristas para analizar, las cuales me parece que están quedando de lado. El impulso del trabajador en relación de dependencia, en su afán de engrosar su ingreso, brega por la aprobación de este proyecto legislativo, pero a mi criterio esto es un error. Hay muchas otras formas por medio de las cuales un trabajador puede recuperar capacidad monetaria, formas que no lo llevarían al mismo también a verse perjudicado en ciertas situaciones puntuales.

Participar en la ganancia de una empresa, sea cual fuere, implicaría que el salario del trabajador estuviese condicionado precisamente por la facturación de su empleador. A priori esto puede parecer bueno, porque si uno le pregunta a cualquier trabajador la mayoría responderá que su empleador "gana mucho dinero". Ninguno se conjura la posibilidad de que el empleador no obtenga grandes ganancias en algún período de facturación o inclusive que hasta pueda tener pérdidas. ¿Por qué pensamos así? No tengo la respuesta, supongo que un psicologo podría darme una mano en esta cuestión. Pero este pensamiento "magico", en el cual ponderamos siempre más lo que no tenemos que lo que si tenemos, nos lleva precisamente a querer participar de esas supuestas ganancias. Hace unos días, discutiendo este tema con una persona muy cercana de mi familia esta persona me decía que "las empresas nunca pierden". Bueno bien, esta afirmación es, cuanto menos, imprecisa. Las empresas si pierden, no siempre, pero tienen períodos de menores rendimientos. Ni hablar las PyMES, que tienen que meterle mucha garra para salir adelante en un país donde no existen los créditos productivos y donde reinan los monopolios y oligopolios que las obligan a tener que realmente sudar la camiseta para poder crecer. ¿Acaso el trabajador de una PyME estaría de acuerdo en reapartir también sus pérdidas? Ahora si tengo una respuesta a la pregunta: no lo creo.

Algunos parecen olvidar que uno de los máximos beneficios de ser un trabajador en relación de dependencia es precisamente tener el derecho a percibir un salario fijo, generalmente a fin de més. Puede parecer una verdad de perogruyo, pero este derecho es el que diferencia al trabajador del emprendedor, porque el primero pone su trabajo a disposición del segundo, no arriesga, cosa que si hace este último. La persona que realiza una inversión de capital en pos de obtener un beneficio económico arriesga mucho de si mismo para lograrlo. Gracias a ese riesgo que toma tal vez obtendrá ganancias, pero también asegura a una X cantidad de trabajadores un trabajo estable con un salario también estable. ¿Esto está mal? No, no es el sistema en si lo que está mal, lo que no está bien es que el trabajador tenga un salario irrisorio, que no sea acorde con las tareas que realiza ni con el lugar donde las ejecuta. Pero esto es agua de otro molino gente, esto no se soluciona repartiendo las ganancias, se soluciona respetando y haciendo respetar la legislación laboral, que por algo tiene el caracter de "orden público", porque es obligatoria para todos y deja de lado cualquier contrato privado que puedan celebrar las partes.

En otra entrada de este blog se trató el tema del impuesto a las ganancias, el cual tiene íntima relación con este. Dicho gravamen socava profundamente el salario del trabajador, por lo cual más que transformar todo el sistema para que este último participe de las ganancias de su empleador, habría que modificar ese impuesto que genera continuamente situaciones de doble imposición sobre un ingreso del trabajador que de ninguna manera puede ser considerado una ganancia.

En definitiva, creo que antes de dar una opinión sobre algo tan sensible como esto hay que informarse y analizar el tema. El proyecto del diputado Recalde es, creo yo, demagógico. Me hace acordar al "no positivo" de Cobos en rechazo de la resolución 125, cuando una cuestión política primó por encima de una necesidad económica y social como era la de frenar las excesivas exportaciones de soja a fin de promover, entre otras cosas, el multicultivo en un país que cada vez más se ve devastado por el monocultivo de soja. Evidentemente nos encontramos nuevamente frente a una propuesta "pogre", pero no porque esto tenga una connotación negativa, sino porque busca atraer votos en un año electoral, ni más ni menos.

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