miércoles, 13 de enero de 2010

Anomia: la anemia de la ley

Lamentablemente no tengo mucho mundo como para hacer un análisis comparativo con otros países y otras sociedades. Dicho esto es que sólo puedo limitarme a hacer una evaluación totalmente subjetiva de lo que vivimos día a día los argentinos (o al menos los que habitamos en la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, ya que el interior todavía no está "tan" corrompido).
A mi me llama poderosamente la atención la falta de respeto hacia las normas que hay, lo que implica una falta de respeto hacia todos los que nos rodean. Las leyes (en sentido amplio) nos ordenan, nos permiten lograr la cohesión social. Sin ellas todo sería caos.
Sin embargo, en nuestra sociedad vemos continuamente muestras de anomia. Es muy llamativo ver la definición de dicho término en el dicccionario de la Real Academia Española. La primera acepción es "Ausencia de ley", pero la que nos interesa a nosotros es la segunda: "Conjunto de situaciones que derivan de la carencia de normas sociales o de su degradación".
Podriamos decir que nuestra sociedad sufre de las dos cosas:
  • Ausencia de ley, no porque no existan leyes sino porque muchas quedan "derogadas" (en derecho eso se llama costumbre contra legem) debido a que los ciudadanos nos negamos a cumplirlas.
  • Degradación y posterior desaparición de las normas sociales, como consecuencia de lo primero.

Como es obvio para cualquiera con un poquito de cordura, la costumbre contra legem no está permitida y de hecho no tiene valor jurídico, ya que una ley no puede ser derogada por una costumbre contraria a su uso. Pero, ¿acaso acá no ocurre todos los días que la gente deja de cumplir con las normas y sin embargo nos parece lo más normal del mundo?. Ejemplos hay miles, empezando por las normas de tránsito. Seguro que cualquiera que lea esto y alguna vez haya manejado sabe de lo que hablo. ¿Quién no ha superado alguna vez la velocidad permitida, o se ha pasado una luz roja, o ha estacionado en un lugar prohibido? Etc, etc, etc.....

Personalmente entiendo que a veces es dificil seguir al pie de la letra todas las reglas. Pensemos en un partido de futbol. ¿Cuántos hemos jugado alguna vez, cometido una mano y seguido la jugada simplemente porque el árbitro no la vió?. El problema con todo esto no es el hecho de cometer la falta en sí, sino que falla el sistema al no reprimirla. Estamos en presencia de un estado totalmente ausente (¿notan la ironía?) y por ende seguimos cometiendo las mismas infracciones y a veces hasta más graves, por que vemos que nadie nos castiga.

A veces me siento frustrado porque pienso que esto no tiene solución, que no puede cambiarse, porque veo gobierno tras gobierno que no hace nada por modificar la situación, por bregar por un cambio social. Después de mucho pensar me doy cuenta que el equivocado soy yo, que el cambio social debe empezar en la sociedad, valga la redundancia. Que somos nosotros los que tenemos que preocuparnos por darle un giro de 180 grados a todo lo que nos pasa. Tal vez no podemos resolver cuestiones graves, tal vez no podemos hacer que la justicia funcione como se debe, pero estoy seguro que si todos ponemos un poquito de empeño en "portarnos bien", en ser educados, en tener un poquito más de respeto por la persona de al lado, podemos empezar a mejorar la situación. Si cada uno aporta su granito de arena podemos llegar a construir los cimientos de una nueva sociedad, de una mejor sociedad.

Resumen: respetemos las normas, asumamos las consecuencias de nuestras acciones, no apelemos siempre a la tan mentada "viveza criolla", seamos honestos y respetuosos. Si logramos todo esto vamos a ser una sociedad más feliz y yo personalmente voy a empezar a creer que la única solución para vivir dignamente no es irse del país.

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